La jornada de la liga italiana se terminó convirtiendo en una batalla campal entre aficionados y policía. Todo comenzó tras la muerte de un hincha de la Lazio que se dirigía a Milán para presenciar el partido que iba a disputar su equipo. El hombre falleció cuando una bala disparada por un policía impactó en su cuello. El agente afirma que el arma se le disparó "accidentalmente".La situación en Italia empieza a ser peligrosa. 44 policías heridos leves, tres tifossi detenidos y cuantiosos daños materiales en Milán y sobre todo en Roma, donde fueron asaltadas dos comisarías y la sede del Comité Olímpico, que ha cifrado en 100.000 euros los desperfectos sufridos, son el resultado de la enorme reyerta que se originó tras la muerte de un aficionado.
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