Venía de muy abajo el Madrid, de transmitir señales preocupantes contra el Werder Bremen en Alemania, donde ofreció una imagen más que discreta. Quizá por eso sorprendió la facilidad con la que se adueñó del marcador contra el Racing, un conjunto que se vio condenado por dos desajustes defensivos, pero que abandonó el Bernabéu con la cabeza alta. Sigue mopstrando el Madrid notables carencias cuando debe generar juego, como continúa siendo admirable su contundencia en ataque.
domingo, 2 de diciembre de 2007
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